Ensayo

“Mi futuro, mi elección, mi vivir” Muchas veces en mi educación secundaria me pregunte cuál sería mi elección de estudiar en la universidad, que rumbo tomaría, cuál sería el mejor (acorde a un diverso número de factores influyentes en esta decisión), como que la opción que eligiera fuera la mejor y adecuada a mi personalidad, objetivo de vida, meta a alcanzar, lo que esperaran mis padres de mí, y el ámbito económico, es decir, con lo que pudiera sobrevivir sin necesidad necesariamente de formar una familia y que con sólo mi carrera pudiera vivir bien, nunca bajando el nivel de vida ya existente en mí, sino que siempre aspirar desde lo que siempre he tenido a más, hasta que un día, hablando de que nos guastaría estudiar, en clases de arte, una profesora me preguntó qué me gustaría estudiar a mí, de manera personal, y la verdad es que ya estaba en cuarto medio y no me veía en nada en particular, por lo que sólo me dijo como consejo, el porqué ella era profesora, y prácticamente, que más que lo que yo pensara o esperaran mis padres, familiares etc., mi profesora me dio un muy buen consejo, bajo su propia experiencia personal, que trataba de que lo que eligiera, sería por lo que me levantaría el resto de los días de mi vida, porque fue mi opción, mi elegir, y después no habría vuelta atrás, y que para vivir feliz (que a mi parecer es lo más gratificante y placentero aspirar, a la felicidad máxima que uno pueda personalmente alcanzar), es el motivo y la motivación por la que uno se tendrá que levantar el resto de nuestros días de vida por hacer, es decir, el trabajo, que uno escogió, en mi caso, educación general básica. Mi elección de estudiar educación general básica fue totalmente bajo mi propia voluntad, si bien en mi último año de mi educación superior me encontraba bastante desorientada, opte por no entrar el primer año a la universidad directamente, y me inscribí en un bachillerato en el segundo semestre del año 2010, en humanidad, ¿Por qué en humanidades?, pues si algo tenía claro, es que una de mis fortalezas en las diferentes área que vi durante mi educación escolar, era el de las humanidades, no me costaba, me gustaba, y me iba bastante bien, por lo que tenía claro que mi “norte” era por el lado de las humanidades, controversialmente me gusta y me va muy bien también en el área de salud, por parte de la familia de mi papá son todos médicos incluyéndolo a él, por lo que genéticamente al parecer, saque habilidades en el área de la salud, pero psicológicamente decidí no optar por este otro camino, ya que independientemente de que tuviera habilidades y aptitudes para la medicina, no era el camino que sentía personalmente que me llenaría por realizar el resto de mis días. Siempre llevare en mí, a aquella profesora que me guió y me oriento hacia el camino del que felizmente no me arrepiento, y es que un maestro no sólo es la persona que trasmite conocimientos, sino que también es la persona que hace de cada uno de sus alumnos personas de bien. En estos momentos, me encuentro en el tercer año de mi carrera, es decir, en la mitad de ella, y ya eh tenido que hacer prácticas e incluso mis propias clases en aula, y felizmente me di cuenta que es el camino que quiero seguir. Siempre tuve el miedo de entrar a una carrera y en el transcurso de ella, darme cuenta que al final no era lo que me gustaría realizar el resto de mi vida, afortunadamente no fue mi caso, y hoy me encuentro dichosa de haber elegido bien. Personalmente, educación es aquella palabra que me inspira a transmitir conocimientos de la mejor manera posible, didácticamente no solo en contenido, sino que también involucrando una serie de factores que inciden en ella para que el niño aprenda de la mejor forma posible. Sin embargo, educación no es solo la transmisión de conocimientos, sino que ésta es una mera parte de lo que implica esta palabra, ya que también involucra el ámbito formativo educacional de una persona, lo que repercutirá decisivamente en su forma de ser, con sus cualidades, virtudes y des-virtudes en un futuro próximo, a cada uno de nosotros. Tengo claro que la educación en la etapa inicial de cada ser humano, de cada persona, proviene de la casa, pero dentro de un establecimiento educacional, mi rol, como profesora siempre será aportar con una mejor calidad de educación tanto en el ámbito académico, como también formativo en el desarrollo del niño, para que éste se pueda desenvolver en el mundo en el que está inserto en este momento, de la mejor manera posible. Personalmente, el estudiar cualquier carrera, sea medicina, teatro, educación entre otras varias, se trata meramente de vocación, si el trabajo que uno escogió, lo llena del todo, lo hará bien y siempre destacará entre el resto de sus colegas, será uno de los mejores y cumplirá su objetivo, como en el caso de mi elección, la educación. Bien dicen que el cariño y el amor que te brinda un niño es el regalo más sincero que puedas recibir. Yo sé que elegí una carrera en la que no seré millonaria, ni nada al respecto con el ámbito económico, una carrera sacrificada en donde tendré que despertarme todos los días del año temprano, pero que al llegar a la sala de clases y ver a mis alumnos que me reciben con una sonrisa y un gran abrazo, siento que no hay nada más gratificante, en donde mis problemas, mis preocupaciones desaparecen y siento en mí la verdadera felicidad.